Se viene
se viene
la letra del escribiente
que deja de hacer todo y hace
palabras maquinadas
en voces repetidas
salen de los dedos
vuelven por las venas
de los que leen
tus manos verdaderas.

Pastiche sano de poetas al calor
soles nomás egos quieren brillar nada más
por el solo hecho de
un nombre pegado en la pared
hasta que la lluvia moje su cartel
y el arte pueda decir solito
quienes son los elegidos
que no morfan tus entrañas
para seguir apareciendo
a viva voz como si nada
ocurriera en los ojos
de los que saben mirar.
Tus manos detectaron
mi corazón de plastilina.

Fronteras de álamos
costado del pasillo
al entrar a casa
con oxígeno
dejo el cielo.
Blahabla habla
blabla
blah blah blah
los aquellos que no escuchan
los aquellos que no ven.
A mover plegarias
en un canto
que Pandolfo respira
y los visitantes caminan.


De colores amables
están hechos
los abrazos.
Amanezco que no es poco
en negro y rojo
de pensar y sangrar
pigmentaciones futuras.
Se fueron los espasmos del noamor
allá .... allá donde empiezan
los soledades masculinos
que aprietan
urbanismos de costumbre.

Lo que el vinilo se llevó


En el setenta y tres
las mañanitas eran de Pipo Pescador
después Margarito Tereré bailaba chamamé
junto a la gaseosa con envase de vidrio
y la púa rugía crrgggggg crrggggg
Cafrune y Atahualpa
escondidos asomaban en la casa del tío
con el winco portátil
junto a la damajuana con envase de vidrio...
Las chicas de Abba entonaban "Puedes escuchar Fernando" ...
y las asentía
y yo cantaba esa de "El toto es un artista" de Boca campeón ...
y la cancha tapa tapaba
todo desastre organizado
mientras las bravas barras
empapeladas con borceguíes
marchaban marchaban
mataban mataban
a los vivos
y al vinilo ...

Ay


No no
no sabés si hay
después otra vida
de esta otra
que suspirás
con tabique enrojecido
de tanto esnifar.
Huellas pendientes siempre quedarán
en la realidad que inventás.

En gárgaras Serge Gainsbourg
le canta a Jacques Prévert
sueños de invierno
lejos de nada.
Poema inspirado en la canción "La chanson de Prévert", de Serge Gainsbourg.


Me darás mil hijos (Sueños de autostop)

Un camino algún lugar.

Autos viejos que convidan sueños.

Sueños de autostop.

El olor a tierra y pan

y un bolsito lleno de virtudes,

que hay que descifrar.

Campos de desilusión:

¿Cómo caminar entre las nubes sin ser ligero?

Tanto que dejar atrás

es una mochila con un yunque

y el horizonte un sindolor

con el calor que trae el sol.

Un recuerdo de ciudad,

el amanecer visto en tus ojos

(igual que se ve en el mar)

Ruta de espejo al final,

autos viejos con reprovisiones

que dan que pensar.

No te pongas azul

No revientes hasta
el alma sin los dientes
que chillaron continentes
ojos así
de blindados acá
sangre picada
de abeja extranjera
argentino en adopción
poesía encarnada
de
regue sin rasta
tecno sin baile
pank sin cresta
canzoneta sin protocolo.
De todo eso era su
rock en rol.
Poema inspirado en Luca George Prodan (Roma, Italia, 17 de mayo de 1953 - Buenos Aires, Argentina, 22 de diciembre de 1987).

Francisco Bochatón (Maratón de torturas)

Una maratón de torturas
un caparazón de tortuga
el velorio de un nacimiento
el dibujo en lápiz hambriento
se secan las hojas, te tragan los años
la tremenda fortuna, la distancia a la luna
oigo el trote de los sirvientes
platos finos, ollas calientes
una parra de aguas brillantes
entran balas a asesinarte
se secan las hojas, te tragan los años
la tremenda fortuna, la distancia a la luna
no te escucho
no te engaño, cuento meses, cuento años
cuando pasa el perro y la estrella
se hunden en el aljibe y se enriendan
la noche en la mitad del planeta
se muerde y se mastica, se besa.
Una maratón de torturas
un caparazón de tortuga
el velorio de un nacimiento
el dibujo en lápiz hambriento
se secan las hojas, te tragan los años
la tremenda fortuna, la distancia a la luna.


Tuve ganas primavera
en verdad de olfato
voy de acá para allá
chocando me
inviernos de escucha.
Tuve ganas carcajada
en las cosquillas tempranas
de los mates madrugada.
Tuve ganas rojas negras
en protestas internadas
soplando la tierrita juntada.
Tuve ganas nacimiento
en planetas lejanos
decido existir temprano.
(Sentado
contemplo solo
algún modo
de pensar redondo).


El ojo del cerebro
con cerradura
dura dura
lo que tiene que durar.

Desde pequeños
las costumbres lúdicas
del yo-yo
marcaron sus rumbos.
Registran al otro
si hay provecho,
tajada que pica
mareando el curso
de los días por llegar.
Cerca, sus vacas atadas,
con ganas de putear.

Somos dueños
del diálogo interno
hasta que lo hablamos.

Francisco Bochatón (Luces)

La casa está vacía de cosas tuyas y cosas mías
el cuerpo no me pertenece
es del paisaje, es de la gente
mi hijo es de un lugar enorme, y yo le miento
mi hijo es de un lugar enorme, y llora lento
acostumbrado a morir
las luces de un momento intentan
cubrirlo todo, uniendo piezas
y el mapa es tan distinto
me da una idea que yo distingo
la llama aumenta y no detiene su tormento
en los cristales de otros tiempos está tu cuerpo
acostumbrado a morir
acostumbrado a morir
acostumbrado a morir
a un costado del cuadro está tu flecha, rota y desecha
esfuerzo por ser alguien que no coincide con tu belleza
la dirección no tiene apuro para ver dentro
con una enorme red de mundos que veo lejos
acostumbrado a morir
acostumbrado a morir
acostumbrado a morir.

Palabras gordas ...


Los seres nobles cuando
tropiezan lo reconocen
entonces caen
rodando y vuelan
lastimados hacia otro
sitio los llevan para que no
moleste su verdad.
Hay otros, en cambio,
que caen siempre de pie ...

El verde era el color que imaginamos, antes que Argentina Televisora Color muestre el arco iris vertical.
Tormenta en la pantalla. La espera familiar tejía redes entre los edificios con antenas de puntas y papa negra.
El canal facho sintonizaba los cambios de ánimo. Nuestros ojos argentinos abiertos a la par de los de Bill Bixby, que rugía en el cuerpo gris transmutado en imaginado verde.
Al final la tranquilidad después de la paliza, con su mochila de regreso, mientras silbábamos la melodía.

Los ejes de mi cabeza (homenaje a Atahualpa Yupanqui)

Nada más.
Teniendo rancho y caballo
es más liviana la pena.
De todo aquello que tuve
sólo el recuerdo me queda.
Nada más.
No tengo cuentas con Dios,
mis cuentas son con los hombres.
Yo rezo en el llano abierto
y me hago león en el monte.
Nada más.
Me gusta mirarlo al hombre
plantado sobre la tierra.
Como una piedra en la cumbre,
como un faro en la ribera.
Nada más.
Alguna gente se muere
para volver a nacer.
Y el que tenga alguna duda
que se lo pregunte al Che.Nada más.


De aquellos cerros vengo

De aquellos cerros vengo, negra querida,
a buscar los despojos del alma mía.
Fresquita y ansiosa, vidita, yo te la entregué.
Tú la destrozaste, vidita, yo no sé por qué.
De aquellos cerros vengo, negra querida.
Este ponchito mío de tres colores,
me dice que no fíe de tus amores.
Palomita ingrata, vidita, me has pagado mal,
córtate las alas, vidita, deja de volar.
De aquellos cerros vengo, paloma mía.



Letra y música de los temas: Atahualpa Yupanqui
Versiones de: Fernando Luciani (guitarra y voz)


Tiré los cables de emisor
alto voltaje de conquista
patea en retroceso.

La pueblada hablada de Germán Arens

Lugar y tiempo
La memoria en la que guardo
unos cuantos amigos en desuso,
tres perros negros,
un sauce y un olivo,
un pasado de casa
que no vuelve :
(mi madre y mis hermanos),
los cuentos de un tío bradburyano :
(su guitarra, su canoa, sus amores);
mi abuela
por las bocas chacareras :
(el mercurio, su batón y sus manías),
un monte
que quizás nunca haya sido
para otros ojos
lo que fue para los míos,
un remanso
de imprudencias consabidas
en la orilla
de aquel rio que hoy no río.
Ha sido mi niñez.
Lugar y tiempo en el que fue asignado
el perdurable dolor de no crecer jamás.
Poema perteneciente al libro de Germán Arens, titulado "Pueblada".
Los niños giran
los padres quietos
la sortija el refuerzo
o el fracaso.

Apártate del cinismo
de huecos pensamientos
de búsqueda "ya está - es esta la vida"
nada nada de eso
para escucharnos sirve
esta vez
a clonarnos para mirarnos
sin clonazepán
ni cosas que
no nos pertenecen
de los lugares inseguros
que cubren la rutina
y detienen tienen
la marcha sin belleza.
(Cuando todo es apuro
inconsistente
lo lejos es la costumbre
de vivir muriendo).

Para celebrar ...



Pensó en su abuelo materno
y nunca estaba
pensó en su abuelo paterno
y se iluminaba
pensó en su abuela materna
y se cocinaba
pensó en su abuela paterna
y no escuchaba
pensó en su hermana muerta
y se aclaraba
pensó en su hermano
y se disculpaba
pensó en su padre
y se enderezaba
pensó en su madre
y se calmaba
pensó en un hijo
y se preguntaba
pensó en él mismo
y se respondía.

Para desenchufarse ...


Seguir siendo

Nuestros cambios son veloces
entretiempos de avaricia
individuales mirándose
la pelusa propia
en el ombligo ajeno
aunque nadie que me busque
puede encontrarme
en pos de necesitar
seguir siendo.
Imagina la entrepierna
con garabatos
dejando el deseo
a un costado.
Apaga la luz.
Se hizo tarde
y hace sueño.
Estar en crisis
con los brazos agotados
en crisis
con la boca derrotada
en crisis
con el hemisferio encima
en crisis
con la moda que camina
en crisis
con el campo que vomita
en crisis
por la puta oligarquía
en crisis
con los amigos que se olvidan
en crisis
con la noche solitaria
en crisis
con la orden que domina
en crisis
con el modelo de valores.
En crisis
los ojos
filosos
habitan
y te espían.
Después
de la crisis
viene otra
a suplirla.

De tanta escucha
queda un lenguaje nuevo.

Roxana Amed (Durazno sangrando)

Temprano el durazno del arbol cayó

su piel era rosa, dorada del sol

y al verse en la suerte de todo frutal

a la orilla de un río su fe lo hizo llegar...

Dicen que en este valle los duraznos son de los duendes...

Pasó cierto tiempo en el mismo lugar

hasta que un buen día se puso a escuchar

una melodía muy triste del sur

que así le lloraba desde su interior...

Quien canta es tu carozo pues tu cuerpo al fin tiene un alma.

Y si tu ser estalla sera un corazón el que sangre.

Y la canción que escuchas tu cuerpo abrirá con el alba.

La brisa de enero a la orilla llegó

la noche del tiempo sus horas cumplió

y al llegar el alba el carozo cantó

partiendo al durazno que al río cayó...

Y el durazno partido ya sangrando está bajo el agua.

Luis Alberto Spinetta

Daniel Melero (Quiero estar entre tus cosas)

Quiero estar entre tus cosas

Quiero entrar

en tus cosas revisar

abrir cada cuaderno y dejarlo

en su lugar

y buscar

en tu libro de secretos del mar

darle cuerda a tus juguetes

y verlos funcionar.

Quiero estar entre tus cosas

quiero estar entre tus cosas.

Caminar a oscuras por la sala y encontrar

notas olvidadas

y sentir que sos fatal.

Quiero estar entre tus cosas

quiero estar entre tus cosas.