Mayo 2002


Remolinos en los ojos
venden la historia de la salud
a los que pretenden
adquirir en cuotas
el eje del sistema.
Mi cuerpo se ha dado a conocer
en la escucha que dirije mi habla.
Las huellas de las lecturas se hunden
y se transforman en imágenes funestas.
Las calles de tierra esperan que no haya
más habitantes infantiles,
las manos desaparecen
cuando se habla fuera de foco
en consultorios modernos
que retratan burbujas de vida
(pacientes de burbuja neurótica
encerrados en cielos limitados).
Patologías de moda
encienden laboratorios
y desesperan
encierros laberínticos.