Entre las manos
el silencio
se escucha escribir.

Lo único


Las narices de piedra de los santos
ataron cicatrices en las manos.
Son los brazos los que, al no saber,
quiebran las búsquedas por miedo
a lo desconocido.

En los negocios del espacio
el tiempo es rey,
sabe de imprudencias
de ensayo y error.

El secreto que nos guardamos
es lo único nuestro.