Fernandito reflexionaba
el pan se le había perdido aunque estaba cerca ...
así como en el resto de sus días
sabía que iba hacia arriba y lo olvidaría.
Fernandito antes de los tres
al borde de la playa en una ciudad feliz
que años después lo recibió
(y se recibió) ...
El pan dejó y prefirió no perder el equilibrio porque
Fernandito niega su sombra,
los escalones
las zapatillas
y su malla,
el pensamiento
la melena
y el regreso
hacia arenas que no callan.
Fernandito y esa playa,
su pasado
y su fantasma.
ELLOS con :
panza
cara de nada
bermuda noventas
charla cotidiana
la nueva provincia
hijos maleducados
ojos para otras minas
autos nuevos
a eme
miedo a la señora
bronceado desde noviembre
actitud de aquí mando yo.
ELLAS con:
celulitis
ganas de ser madre
hijos desatencionales
manos de no cocinar
ganas de reírse
ojos para el marido que no está
amigas que hablan de ellos
revista caras
bronceado cama solar
piercing de divorciada
bikini forzada.
ELLOS sin:
espíritu crítico
arte
página doce
efe eme
sus hijos
su mujer.
ELLAS sin:
tetas naturales
ganas de volver atrás
libros para pensar
sus hijos
su marido.
Mientras el sol,a lo lejos,
cagándose de risa ...

ABSURDO

Nos convertimos en esfinges, aunque falsas, hasta el punto de no saber ya quiénes somos. Porque, por lo demás, lo que somos es esfinges falsas y no sabemos lo que realmente somos. El único modo de que estemos de acuerdo con la vida es que estemos en desacuerdo con nosotros. Lo absurdo es lo divino.
Establecer teorías, pensadas larga y honestamente, sólo para embestir, después, contra ellas, actuar y justificar nuestras acciones con teorías que las condenan. Trazar un camino y obrar de inmediato de modo tal que, por ese camino, ya no podemos seguir. Gesticular y proceder como alguien que ni siquiera pretendemos que sea considerado como siendo nosotros.
Comprar libros para no leerlos; ir a conciertos para no escuchar la música ni para ver a quien allí va; dar largos paseos porque se está harto de caminar e ir a pasar unos días al campo sólo porque el campo nos disgusta.
Fernando Pessoa