Cadena de frío

Un chancho atraviesa los ojos del tigre. Dos animales diferentes se pueden demasiado, y por eso huyen. El chiquero es un escenario donde no hay actores secundarios, la mirada  impulsiva del tigre está detenida ante nuevos desafíos. El chancho tiene aguante  y no elige la comida. Ambos son animales de Venus, personalidades que piden para recibir la marea.
Algún vínculo tiene que suceder. Los que se necesitan se pueden. Los pasados  tienen que pisarse,hacerse un bollo de papel, y luego escupirlos hablando o gritando. Pero un vínculo tiene que haber... (de trabajo, de complicidad, de abrazo) 
Los animales actúan sin tanto razonar. Habría que imitarlos.
Tengo tripa corazón, no me importa ni el salmón ni el roquefort. Es la idea fortuita de la constancia la que invita a quienes están dispuestos a recibir latidos y bancarse los propios.
No pensar es la opción para salir del agujero de la duda, la histeria corta la 
cadena de frio, y la comida se pudre. Lo mismo le pasa a las personas cuando cambian de temperatura.

Caída libre

Vivimos en paisajes conocidos
el corazón hace un loop para no temer
dejamos el cuerpo a un costado
para ver quién nos habla.
Cuando decidimos abrir una puerta
aparecen precipicios.

El reloj biológico
esta vez se adelantó
a la cosquilla de esa voz
que siempre me despierta.