A mover plegarias
en un canto
que Pandolfo respira
y los visitantes caminan.


De colores amables
están hechos
los abrazos.
Amanezco que no es poco
en negro y rojo
de pensar y sangrar
pigmentaciones futuras.
Se fueron los espasmos del noamor
allá .... allá donde empiezan
los soledades masculinos
que aprietan
urbanismos de costumbre.