“A Luca el hecho de ser italiano ya le daba un toque melancólico. Yo creo que la felicidad fue un objetivo que jamás alcanzó. Desde el escenario, a veces, tenía una mirada muy fuerte y generaba como una autoridad. Cada uno veía en Luca lo que quería. Además, él decía cosas que nadie se atrevía a decir pero que las pensaba, entonces cuando alguien dice algo que uno se reprime, ese alguien pasa a ser parte de uno”.
Ricardo Mollo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario