Tristeza de domingo
Tristeza fiera, tristeza de domingo
de salas de hospitales
con camas en silencio.
De cementerios
con el pasto crecido,
con flores olvidadas
ya secas en el piso.
Y con la noche
que llega desde el río
se moja el alma
con una lluvia vieja.
Tristeza dulce
de estadios ya vacíos,
de platos en la bacha, tristeza de domingo.
Tristeza amarga
de mates que se lavan,
de minas que no llaman,
de tierra en los bolsillos,
de manos sucias
mangueando una moneda,
de sonrisas gastadas,
de patios a la siesta.
Y con la noche
que llega desde el río
se moja el alma
con una lluvia vieja.
Tristeza ciega
de muñeca sin ojos,
de sueños derrotados,
tristeza de domingo.

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