Soñar, sin realizar jamás lo que se sueña
porque
la realización del sueño, según Pessoa, resulta siempre
inferior a lo soñado.
- Soñar ser los tres tiempos verbales
y no accionar.
- Soñar el cielo imaginado
y nunca llover.
- Soñar escribirse
y leerse.
- Soñar la nitidez de la duda
y no creer.
- Soñar amores incondicionales
sin confesiones religiosas
psicológicas ni literarias.
- Soñar en la dispersión y la imposibilidad
de encontrar lo que no se busca.
- Soñar ser poeta comprometido
desde el prólogo al epílogo
y desde
el infierno al paraíso.
- Soñar las mañanas en los ojos
que abrazan y no envejecen.
- Soñar las distintas versiones
que podamos existir.


2 comentarios:

Explorando dijo...

...tu palabra se está potenciando gratamente, amigo...


...está llegando a niveles estratosfericos!...

Anónimo dijo...

Pero en definitiva... seguir soñando, igual algúndía la realidad supere al sueño, si no es así, siempre nos queda la esperanza ¿no?